BON APPETIT, PRESIDENTE
Sí, se nos va. Pero volverá. El señor José Luis Rodríguez Zapatero (ZP) se va en pocos días de vacaciones a Lanzarote, según puedo leer en Libertad Digital, así que durante una temporada podremos descansar de sus majaderías, aunque no por ello quedaremos huérfanos de otra serie de actuaciones memorables como las del Moratinos, Montilla, Pepe Blanco y un largo etcétera de incompetentes representantes gubernamentales. Se nos va ZP, pero no se va solo. Le acompaña un abultado séquito que incluye quince cocineros. ¿Quince cocineros? Efectivamente. A juzgar por la noticia, el señor presidente es muy escrupuloso para los asuntos culinarios y quiere a sus gourmets cerca, ya que sus papilas gustativas corren peligro de atrofiarse si prueban la comida de los cocineros de la isla.
Lo grotesco del asunto no sólo es el encarecimiento del coste de las vacaciones presidenciales sino lo que puede tener alguien en la cabeza para llevarse consigo de vacaciones a quince cocineros. Al fin y al cabo el dinero se tira a manos llenas en este país, especialmente en sueldos de políticos, fiestas innecesarias, sostenimiento del gigantesco entramado autonómico, prestación de servicios públicos que no utilizamos etc. Así que la estancia de quince cocineros en un hotel de Lanzarote, aún siendo indignante, es insignificante en comparación con semejante despilfarro de fondos públicos. Lo más dantesco, como ya dije, es el estado mental de alguien que necesita ir de vacaciones con sus cocineros. Y es que, como se puede leer en la noticia “los hosteleros recuerdan que durante las estancias de los Reyes de España siempre han sido ellos los encargados de la comida, incluso señalan que en estos momento las Infantas se encuentran en la Isla de Lanzarote haciendo uso de los servicios de un hotel, donde pernoctan”
Éste hecho es especialmente sorprendente en nuestro presidente, justiciero social, amigo de los pobres, defensor de los inmigrantes de los cayucos, partidario del Estado Social, mente solidaria y socialista, espada que lucha contra las desigualdades en el mundo. Y no le gusta como le fríen los filetes los cocineros de Lanzarote, los mismos filetes por los que se matarían los inmigrantes de las pateras a los que regulariza masivamente y sin sentido. Si realmente es tan solidario con ellos podría dedicar el dinero de la estancia de sus cocineros a comprarles mantas o a construir nuevos centros de acogida ya que los actuales están completamente desbordados. Eso es lo menos que puede hacer después de haber demostrado sobradamente su incompetencia a la hora de desarrollar una política inmigratoria racional y eficaz que ha hecho de nuestro país un paraíso para miles de indocumentados.
Pero nada de eso cuenta si lo que está en juego es el apetito del presidente, que debe estar bien alimentado para rendir bien en su trabajo, como demuestra cada día. El problema a tener en cuenta es el medio de transporte. Si ZP viaja en avión deberá realizar el viaje con sus cocineros, ya que dudo que sean de su gusto los bollos y los yogures que nos suelen ofrecer las azafatas de los vuelos. Y además tendrá una vista cenital y panorámica de las pateras que desembarcan en las Islas Canarias y así podrá recapacitar sobre el fracaso de su política inmigratoria. En cambio sus cocineros no podrían dar alimento a los inmigrantes de las pateras, algo que sí sería posible de realizarse el viaje en barco y que permitiría al buque presidencial hacer las veces del pesquero gallego en aguas de Malta ¿Acaso nuestro presidente socialista y obrero tiene más categoría que los pescadores para no poder convivir unos días con los inmigrantes?
Lo grotesco del asunto no sólo es el encarecimiento del coste de las vacaciones presidenciales sino lo que puede tener alguien en la cabeza para llevarse consigo de vacaciones a quince cocineros. Al fin y al cabo el dinero se tira a manos llenas en este país, especialmente en sueldos de políticos, fiestas innecesarias, sostenimiento del gigantesco entramado autonómico, prestación de servicios públicos que no utilizamos etc. Así que la estancia de quince cocineros en un hotel de Lanzarote, aún siendo indignante, es insignificante en comparación con semejante despilfarro de fondos públicos. Lo más dantesco, como ya dije, es el estado mental de alguien que necesita ir de vacaciones con sus cocineros. Y es que, como se puede leer en la noticia “los hosteleros recuerdan que durante las estancias de los Reyes de España siempre han sido ellos los encargados de la comida, incluso señalan que en estos momento las Infantas se encuentran en la Isla de Lanzarote haciendo uso de los servicios de un hotel, donde pernoctan”
Éste hecho es especialmente sorprendente en nuestro presidente, justiciero social, amigo de los pobres, defensor de los inmigrantes de los cayucos, partidario del Estado Social, mente solidaria y socialista, espada que lucha contra las desigualdades en el mundo. Y no le gusta como le fríen los filetes los cocineros de Lanzarote, los mismos filetes por los que se matarían los inmigrantes de las pateras a los que regulariza masivamente y sin sentido. Si realmente es tan solidario con ellos podría dedicar el dinero de la estancia de sus cocineros a comprarles mantas o a construir nuevos centros de acogida ya que los actuales están completamente desbordados. Eso es lo menos que puede hacer después de haber demostrado sobradamente su incompetencia a la hora de desarrollar una política inmigratoria racional y eficaz que ha hecho de nuestro país un paraíso para miles de indocumentados.
Pero nada de eso cuenta si lo que está en juego es el apetito del presidente, que debe estar bien alimentado para rendir bien en su trabajo, como demuestra cada día. El problema a tener en cuenta es el medio de transporte. Si ZP viaja en avión deberá realizar el viaje con sus cocineros, ya que dudo que sean de su gusto los bollos y los yogures que nos suelen ofrecer las azafatas de los vuelos. Y además tendrá una vista cenital y panorámica de las pateras que desembarcan en las Islas Canarias y así podrá recapacitar sobre el fracaso de su política inmigratoria. En cambio sus cocineros no podrían dar alimento a los inmigrantes de las pateras, algo que sí sería posible de realizarse el viaje en barco y que permitiría al buque presidencial hacer las veces del pesquero gallego en aguas de Malta ¿Acaso nuestro presidente socialista y obrero tiene más categoría que los pescadores para no poder convivir unos días con los inmigrantes?
3 Comments:
Me recuerda esa foto a Faemino y Cansado, salvando la diferencia claro, que los dos humoristas trabajaban un montón y Rodríguez el Traidor y Huevo Kirchner --siempre con alguna sorpresa-- ni trabajan ni tienen gracia alguna.
Por cierto ¿por qué no corriges ya el bulo de los cocineros, que estás haciendo el ridículo? Bueno, no es que haya mucha diferencia con tus posts normales, en general son estúpidos, pero es por los niños que te leen y eso, para que no piensen que su idolillo no está al día.
No me había percatado de la existencia del comentario del usuario anónimo hasta hoy. Ruego disculpe usted el despiste. En primer lugar le comento que corregiré el supuesto bulo cuando me haya demostrado que es falso. En segundo lugar le insto a rebatir mis posts con argumentos y no con insultos ya que de este modo el debate sería mucho más enriquecedor para ambos y usted demostraría ser una persona educada, al menos conmigo. Y en tercer lugar le aseguro que ni los tengo ni pretendo ser el ídolo de nadie, pues únicamente intento dar mi opinión sobre los temas que creo convenientes en lo que viene a ser (al menos por ahora, para desgracia para muchos) un derecho constitucional recogido en el artículo 20.1 CE. Aunque tengo asumido que en este país el hecho de expresar libremente un visión política te expone a ser insultado. Se confirma así mi teoría de que en España sólo hay antiliberales, ya sean izquierdistas traumados o fascistoides fanfarrones. Para su tranquilidad le comento que ni voto ni pertenezco a partido político alguno. En fin...
Un saludo.
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