LA INQUISICIÓN: LO QUE REALMENTE HIZO
Al igual que sucede con la teoría de la separación de poderes de Montesquieu, el tema de la Inquisición siempre ha sido objeto de medias verdades y de mucha tradición popular, lo que ha distorsionado en cierta manera la historia. Con ello no estoy otorgando ningún legitimidad a dicha institución, sino que únicamente creo que se deben aclarar ciertas creencias que no son del todo verdaderas. Aún siendo completamente rechazables sus métodos y sus cometidos, hay que añadir que el proceso inquisitorial se aleja bastante de la creencia que tiene la gente del mismo. También creo necesario agregar que la Inquisición española, a pesar de lo que se pueda decir, fue una de las más moderadas, quedándose bastante lejos de la francesa, la holandesa o la belga en cuanto a salvajismo se refiere. Otra cosa es que al protestantismo o al luteranismo les conviniese hacer creer lo contrario para poder expandirse por territorio Europeo frente al catolicismo. Pero estamos en lo de siempre, cada uno tira de la manta para su lado.
La primera aclaración que hay que hacer es que la Inquisición sólo estaba legitimada para actuar contra cristianos bautizados, teniendo como principal objetivo impedir que los conversos siguiesen con sus prácticas en la clandestinidad tras haberse convertido al cristianismo. Y este fue el motivo de su surgimiento, por bula del Papa Sixto IV previa petición de los reyes. El procedimiento siempre tenía la misma estructura y comenzaba con la promulgación de un edicto de fe a la llegada del tribunal a una ciudad, en que se instaba a los vecinos a denunciar a los herejes bajo pena de excomunión si no lo hacía. Para evitar que se utilizase el tribunal para que la gente se vengase del vecino que le caía mal, eran necesarias varias acusaciones, dándose parte al fiscal una vez que las mismas fuesen estudiadas. Incluso el acusado podía dar algunos nombres de quien consideraba sus enemigos, y si coincidían con los nombres de los delatores se le de dejaba en libertad.
En caso de que fuese incriminado se encarcelaba al acusado hasta que fuese el juicio y se le confiscaban sus bienes, aunque su familia era mantenida. El preso podía disponer de testigos a su favor y de un abogado. Si los testigos y las pruebas no demostraban la inocencia del preso se le sometía al tormento para que confesase, ya que se consideraba ésta la única manera de que una persona que mentía dijese la verdad. Pero no solamente se practicaba en los tribunales de la Inquisición, sino en todos los de aquella época. Además el tormento no se podía prolongar indefinidamente y una vez que hubiese sido realizado se instruía el sumario y se procedía a la deliberación del tribunal, que estaba formado por dos inquisidores, un representante del obispo del lugar y unos teólogos. El resultado podía ser la absolución o la imposición de una pena que podía ser “leve” o “vehemente” Entre las penas se encontraban las de arresto domiciliario, galeras, destierro, multa o llevar el sambenito (un traje más hortera que el jersey de Evo Morales para que los vecinos supiesen que era un hereje) La pena de muerte únicamente era aplicada a los reincidentes o no arrepentidos, quienes podían librarse de la misma si se arrepentían antes de ser quemados. No se aplicaba en ningún otro caso.
La Inquisición fue disuelta con la Constitución de Cádiz, aunque la reinstauró Fernando VII durante su reinado, en uno de los frecuentes ataques de estupidez que le daban al rey más inepto que ha tenido España. Con su muerte la Inquisición también veía su fin en 1834. El Vaticano no reconoció que Galileo tenía razón hasta 1992. Pero aquí nada se escapa a la norma general: Cuando una idea se radicaliza deja de ser idea y se convierte en dogma. No obstante el cristianismo ha sido la religión que mejor se ha sabido adaptar a los tiempos y es destacable la influencia del anterior Papa en la caída del comunismo, que no era sino otra idea radicalizada convertida en dogma: el ateismo obsesivo. El Papa mostró su apoyo a movimientos como el de Solidaridad en Polonia, que fueron imprescindibles para la caída del régimen comunista. Al fin y al cabo 19 de los 20 países con mayor Índice de Desarrollo Humano son cristianos. El otro es Japón. Mientras que la religión cristiana se adapta y evoluciona, otras religiones involucionan.
La primera aclaración que hay que hacer es que la Inquisición sólo estaba legitimada para actuar contra cristianos bautizados, teniendo como principal objetivo impedir que los conversos siguiesen con sus prácticas en la clandestinidad tras haberse convertido al cristianismo. Y este fue el motivo de su surgimiento, por bula del Papa Sixto IV previa petición de los reyes. El procedimiento siempre tenía la misma estructura y comenzaba con la promulgación de un edicto de fe a la llegada del tribunal a una ciudad, en que se instaba a los vecinos a denunciar a los herejes bajo pena de excomunión si no lo hacía. Para evitar que se utilizase el tribunal para que la gente se vengase del vecino que le caía mal, eran necesarias varias acusaciones, dándose parte al fiscal una vez que las mismas fuesen estudiadas. Incluso el acusado podía dar algunos nombres de quien consideraba sus enemigos, y si coincidían con los nombres de los delatores se le de dejaba en libertad.
En caso de que fuese incriminado se encarcelaba al acusado hasta que fuese el juicio y se le confiscaban sus bienes, aunque su familia era mantenida. El preso podía disponer de testigos a su favor y de un abogado. Si los testigos y las pruebas no demostraban la inocencia del preso se le sometía al tormento para que confesase, ya que se consideraba ésta la única manera de que una persona que mentía dijese la verdad. Pero no solamente se practicaba en los tribunales de la Inquisición, sino en todos los de aquella época. Además el tormento no se podía prolongar indefinidamente y una vez que hubiese sido realizado se instruía el sumario y se procedía a la deliberación del tribunal, que estaba formado por dos inquisidores, un representante del obispo del lugar y unos teólogos. El resultado podía ser la absolución o la imposición de una pena que podía ser “leve” o “vehemente” Entre las penas se encontraban las de arresto domiciliario, galeras, destierro, multa o llevar el sambenito (un traje más hortera que el jersey de Evo Morales para que los vecinos supiesen que era un hereje) La pena de muerte únicamente era aplicada a los reincidentes o no arrepentidos, quienes podían librarse de la misma si se arrepentían antes de ser quemados. No se aplicaba en ningún otro caso.
La Inquisición fue disuelta con la Constitución de Cádiz, aunque la reinstauró Fernando VII durante su reinado, en uno de los frecuentes ataques de estupidez que le daban al rey más inepto que ha tenido España. Con su muerte la Inquisición también veía su fin en 1834. El Vaticano no reconoció que Galileo tenía razón hasta 1992. Pero aquí nada se escapa a la norma general: Cuando una idea se radicaliza deja de ser idea y se convierte en dogma. No obstante el cristianismo ha sido la religión que mejor se ha sabido adaptar a los tiempos y es destacable la influencia del anterior Papa en la caída del comunismo, que no era sino otra idea radicalizada convertida en dogma: el ateismo obsesivo. El Papa mostró su apoyo a movimientos como el de Solidaridad en Polonia, que fueron imprescindibles para la caída del régimen comunista. Al fin y al cabo 19 de los 20 países con mayor Índice de Desarrollo Humano son cristianos. El otro es Japón. Mientras que la religión cristiana se adapta y evoluciona, otras religiones involucionan.
7 Comments:
Sin embargo el Papa Juan Pablo II le dijo a Stephen Hawking que la ciencia debía estudiar el origen del Universo y el Big Bang, pero no adentrarse "más allá", evidenciando que aunque los tiempos de la Inquisición hayan quedado felizmente atrás, algunas cosas nunca cambiarán del todo. Es un axioma, la ciencia y la creencia en lo sobrenatural están destinadas a enfrentarse.
Eso es cierto Octopus, la ciencia y la creencia siempre desconfiarán la una de la otra aunque yo siempre he sido partidario de dar prioridad a la ciencia porque de este modo quien quiera disfrutar de los avances científicos podrá hacerlo y quien dé mayor prioridad a sus creencias siempre podrá optar por no hacer uso de los mismos. Siempre hay que permitir que la ciencia avance, y luego que cada persona decida el uso que hace de ésta atendiendo a sus criterios morales y religiosos. Además creo necesario apuntar que ser liberal y oponerse a las estúpidas ideas anticlericales de ZP no tiene por que implicar necesariamente ser una persona religiosa. No se deben mezclar las cosas ya que una persona puede ser liberal y mostrar cierta ambigüedad hacia el fenómeno religioso y al mismo tiempo mostrar respeto hacia la tradición cristiana europea y no atacar indiscriminadamente a uno de los pilares de la cultura occidental mientras se confraterniza con islamistas, como hace nuestro incompetente presidente del gobierno.
Un saludo
Muy cierto, yo no me considero una persona religiosa y, sin embargo, respeto especialmente la religión cristiana y la Iglesia Católica, porque en una tenemos una importante parte de nuestras raíces, y la otra es una institución que va indisolublemente ligada a nuestra historia. Eso no quiere decir que en su pasado y en su presente existan aspectos criticables o que necesiten de revisión. Por cierto, Benedicto XVI me cae bastante bien: era miembro de su club de fans desde antes que fuese elegido Papa.
Sobre la Inquisición, buf, apasionante tema. De pequeño descubrí el Santo Oficio en un inolvidable cuento de Poe: "El pozo y el péndulo", y desde entonces tuve afición por flirtear con la Inquisición y con su maquiavélico estilo de hacer las cosas. Quienquiera que defienda una pizca la Iglesia Católica se verá siempre enfrentado al típico ataque: "¿Y la Inquisición, qué?". Etcétera. Por eso artículos como el de hoy resultan muy últiles para hacer acopio de argumentos y datos que luego son de mucha ayuda en discusiones como la del millonario Brayne y el detective Aristide Valentin en el "Jardín secreto", otro cuento, éste de Chesterton, donde el padre Brown se las ve con el anticlericalismo más fanático.
Un saludo
El problema es que en España la gente es muy amiga de los estereotipos y estar en contra de la izquierda parece que necesariamente implica ser un católico devoto. Sin ir más lejos creo que Bono, aun siendo de izquierdas, se siente bastante católico. No creo que las tendencias políticas tengan que ser asociadas a una idea religiosa que se supone que conjuga con las primeras, porque creer o no en algo sobrenatural es un tema aparte. Como le sucede a usted, Espantapájaros, yo tampoco me considero una persona religiosa (tampoco no-religiosa, simplemente no me planteo el tema) y no precisamente por ello soy un revolucionario izquierdista, ya que la religión cristiana me merece gran respeto por haber sido uno de los pilares fundamentales de la tradición occidental y de la historia de España. Y es precisamente en nuestro país donde más respetado debería ser el cristianismo, pues en cierta medida fue el nexo de unión que permitió llevar a cabo la reconquista y volver a introducir a nuestro país en la cultura occidental de la mano del catolicismo. Da miedo pensar lo que habría sido de España sin la reconquista...
En mi opinión el fenómeno religioso es un proceso evolutivo, digamos que nace o se manifiesta como una especie de protección psicológica del individuo ante lo desconocido.
El religioso es un tema muy complejo. La verdad es que eso suena bastante lógico porque, exista un Dios o no, es evidente que el ser humano tiene miedo a dejar de existir y a lo desconocido. Aunque ésta sería una explicación más indicada para intentar explicar el origen del pensamiento religioso cuando el hombre dejó de ser un animal y empezó a ser consciente de su propia persona y existencia. Luego cada religión se vio influenciada por la cultura de la gente que la profesaba, y ahora hay personas que siguen creyendo por miedo, o bien cree por fanatismo, por tradición cultural o simplemente por fe. Creo que sería clave para el pensamiento religioso que se llegase a demostrar científicamente el origen del universo.
De todas formas las discusiones no llegarían a su fin en caso de que se demostrase científicamente que Dios no existe porque entonces se enfrentarían teorías deterministas y aquellas que defienden la libertad del ser humano. Spinoza vs Descartes-Kant-Leibniz en versión filosófica, científica y atea. A mi modo de ver esta discusión sería incluso más interesante que el debate sobre la existencia o la no existencia de Dios. No obstante yo no me suelo plantear éstas cosas porque no me gusta razonar y no poder llegar a ninguna conclusión lógica y útil. Pero se admiten reflexiones.
Un saludo
Así es, de cuestiones religiosas podríamos estar discutiendo 3 semanas y no llegar a ninguna conclusión. La existencia de un ser todopoderoso y omnisciente es una idea que se escapa a la comprensión humana. Es hasta absurdo.
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