SOBREPASANDO LÍMITES
Algo que siempre me ha sorprendido es la facilidad con la que el PSOE deriva en el ridículo más absoluto cuando se pone manos a la obra en la equiparación de derechos. Puede que esa autodenominación de “progresistas” les haga sentirse obligados a excederse cuando se trata de equiparar derechos y de este modo suelen olvidarse de conseguir la igualdad para terminar creando leyes grotescas, injustas y excluyentes por querer parecer excesivamente progresistas, vanguardistas, justicieros. Pero todo hace apuntar a que esa actitud es premeditada y consciente si tenemos en cuenta las peculiaridades de la sociedad española, que más que una sociedad parece un rebaño inculto, amante de los excesos y traumados en pleno siglo XXI por una guerra que duró tres años, de modo que no está mal visto sobrepasar los límites de la racionalidad si con ello adoptas una actitud “progresista y plural” de cara al mundo. Porque la guerra civil fue como uno de esos grandes amores, que duran un año y necesitas seis para olvidarlos.
Un ejemplo de todo esto lo encontramos en el feminismo porcentual practicado por los socialistas. Es evidente que cualquier persona liberal debe defender la igualdad entre el hombre y la mujer. Bueno, cualquier liberal y cualquier persona racional que no esté influenciada por su propia estupidez o por una religión fanática. Pero al PSOE no le llega con equiparar a hombres y mujeres en derechos, sino que crea leyes que, en su intento por ser muy progresistas, consiguen justo lo contrario. De ésta manera el Sr. ZP se siente orgulloso de que su gobierno se componga por un 50,00% de mujeres o de crear leyes que invitan a las empresas a contratar a un determinado número de mujeres y a otro porcentaje fijado por ley de personas con retrasos mentales. Y es entonces cuando yo me echo las manos a la cabeza. Es precisamente esa actitud la que diferencia a hombres y mujeres, concibiendo a éstas como seres débiles que deben ser protegidas por papá Estado. El segundo caso es todavía más degradante, premiando a las empresas que contraten a determinado número de mujeres y enfermos mentales. En fin...
Un ejemplo de todo esto lo encontramos en el feminismo porcentual practicado por los socialistas. Es evidente que cualquier persona liberal debe defender la igualdad entre el hombre y la mujer. Bueno, cualquier liberal y cualquier persona racional que no esté influenciada por su propia estupidez o por una religión fanática. Pero al PSOE no le llega con equiparar a hombres y mujeres en derechos, sino que crea leyes que, en su intento por ser muy progresistas, consiguen justo lo contrario. De ésta manera el Sr. ZP se siente orgulloso de que su gobierno se componga por un 50,00% de mujeres o de crear leyes que invitan a las empresas a contratar a un determinado número de mujeres y a otro porcentaje fijado por ley de personas con retrasos mentales. Y es entonces cuando yo me echo las manos a la cabeza. Es precisamente esa actitud la que diferencia a hombres y mujeres, concibiendo a éstas como seres débiles que deben ser protegidas por papá Estado. El segundo caso es todavía más degradante, premiando a las empresas que contraten a determinado número de mujeres y enfermos mentales. En fin...
¿No se dan cuenta de que eso no es equiparar en derechos sino todo lo contrario? Están creando leyes en que implícitamente se reconoce la inferioridad de la mujer. ¿Por qué tiene que haber en el gobierno el 50% de mujeres? Me pregunto yo que sucedería si se diese el caso de que en España hubiese en una determinada legislatura más mujeres preparadas que hombres, de manera que el gobierno estuviese formado por un 80% de ellas. La igualdad de sexos no consiste en establecer cuotas o porcentajes, sino en hacer uso de hombres y mujeres en función de sus capacidades y no atendiendo a su condición sexual. Si es el 80% que así sea, si con ello nuestro gobierno está más preparado. Y si es el 30% pues también. O el 58%. Qué más quisiéramos los españoles que tener por presidenta del gobierno a Ángela Merkel. Son quienes establecen cuotas quienes están creando las diferencias contra las que intentan luchar.
Pero desgraciadamente ésta actitud es muy típica del socialismo español. No les es suficiente con permitir el matrimonio homosexual y equipararles en derechos al resto, sino que participan en manifestaciones obscenas y de mal gusto en las que circulan por nuestras calles homosexuales desnudos. Tampoco les resulta suficiente crear leyes contra el maltrato de animales; Rozando el ridículo más absoluto, son partidarios de que sean considerados seres humanos. Más de lo mismo con la memoria histórica. Una cosa es oponerse a la dictadura franquista y condenar los fusilamientos y otra cosa diferente es radicalizarse y pensar que sólo un bando fusiló inocentes ya que no debemos olvidarnos del Doctor Honoris Causa Carrillo y de las checas. Y además, por si fuera poco, ahora intentan rescribir la historia y emplearla en propio beneficio. Sobrepasar los límites no es la manera de ser justos, sino la manera de ser injustos, pero a la inversa. Y todos sabemos que los extremos se unen.
7 Comments:
Los $ociatas viven de cara a la galería pero son pura fachada.
Si miras por detrás a cualquier $ociata verás que es una figura de madera apuntalada por el reverso igual que esas imágenes que hay para meter la cabeza y hacerse la foto.
Todas las mujeres deberiamos de sentirnos ofendidas y avergonzadas de la ley ésta de la paridad. Lo único que hace es tratarnos de débiles e inferiores y desprestigiar a la mujer que triunfa (se dirá que es masculina, etc etc etc).
Sobre esto de las cuotas hay divisiones en la propia izquierda. En mi opinión atenta contra las libertades individuales y es inconstitucional.
A mi también me parece que desprestigia a la mujer y que es una ley contraria a las libertades individuales. Además supongo que a una mujer contratada no le gustaría saber que su puesto lo ocupa ella por el simple hecho de cubrir una cuota. En cambio estaría realmente satisfecha si supiese que si ha sido elegida es por ser la persona adecuada por el mismo, independientemente de sexos y cuotas.
A mi me parece exactamente lo mismo, una ofensa a las capacidades de la mujer.
Pero es lo de siempre, marketing made in PSOEZ, gestos populistas y demagogos con un barniz presuntamente progresista.
En cualquier país occidental la mujer puede llegar a ser hasta presidente del gobierno sin necesidad de cuotas. Margaret Thatcher(una mujer odiada por la izquierda pese a ser la pionera del liderazgo femenino en Occidente) nunca hubiera aceptado una cuota.
No solo no le puede gustar saber que está por la cuota, sino que se pueden crear rencillas con los compañeros que no tienen cuota masculina.
Si alguien es discriminado por razones de sexo en una empresa, la ley está para algo.
Todavía existe machismo en nuestra sociedad(del mismo modo que existe feminismo intolerante), pero en la época de las mujeres empresarias, abogadas, directivas, etc.....todo esto de la cuota suena gagá, a feminismo apolillado.
También podría hablarse de la Ley de Violencia de Género, cuyo nombre lo dice todo. Evidentemente estoy en contra de los maltratadores, a los que considero basura y a los que deseo una larga temporada en la cárcel, pero hacer una ley ex-profeso solo para hombres, olvidando que también hay mujeres que maltratan en el ámbito doméstico, pues eso....
Sigfrido, no sólo puede suceder que una mujer maltrate en el ámbito doméstico sino que además, en lo que respecta a la Ley de Violencia de Género, siempre he tenido la duda de qué sucedería en el caso de las parejas gays o “gueis” ahora que pueden contraer matrimonio.¿Sería tomado uno por hombre y el otro por mujer? ¿O al ser imposible demostrar quien hace funciones de hombre se trataría simplemente como un delito de lesiones? Entonces se les estaría marginando al aplicárseles una ley diferente por razón de su orientación sexual. ¿Y en las parejas de lesbianas que ni siquiera hay un hombre propiamente dicho? A mí me gustaría que alguien me explicase éstas contradicciones. No dirán ustedes que no es una buena pregunta. La única solución sería crear otra ley en la que se aclare quien adopta el rol de hombre y quien el de mujer, atendiendo a criterios tales como la virilidad, el aspecto físico, el carácter u otros que ustedes ya se podrán imaginar.
Publicar un comentario
<< Home