DE EXTRANJEROS Y ENCUESTAS
Ayer estaba leyendo la prensa y me topé con dos noticias interesantes. La primera de ellas trataba sobre la reforma de la ley de Extranjería Suiza que ha sido aprobada con un apoyo en referéndum del 70 por ciento de los participantes. Una de las novedades que introduce es la de dificultar la estancia con fines laborales en el país a toda aquella persona que no pertenezca a la Unión Europea y que sea incapaz de demostrar que su actividad "servirá a los intereses económicos" del país. Asimismo, quien desee establecerse en Suiza sin ejercer una actividad lucrativa deberá demostrar que cuenta con los medios económicos para hacerlo. Supongo que no se habrán planteado la posibilidad de legalizar a todos los inmigrantes ilegales que entren en el país siguiendo las doctrinas del señor Rodríguez ZP. Esta reforma puede suscitar posturas a favor o en contra, pero siempre dentro de ámbito laboral y económico.
Pero lo que me parece una auténtica majadería es la apreciación que hace de la misma las Naciones Unidas, quienes han tachado su contenido de “racista y xenófobo” Para empezar, la ONU, que es una organización que integra a diversos dictadores que no respetan las libertades más básicas, no debe entrometerse en las decisiones legislativas respetuosas con los derechos humanos que adopte democráticamente y con un apoyo mayoritario un país democrático como Suiza. Y para seguir, es sorprendente que tachen a la ley de "racista y xenófoba" ya que en ningún momento recoge discriminaciones por razones de color de piel, pues, a juzgar por el contenido de la ley, no creo que tenga ningún problema en instalarse en el país Helvético un ciudadano británico de color, por ser perteneciente a la UE y por contribuir a los intereses económicos del país. Y puede que un blanco de Rumania sea rechazado. ¿Qué tiene que ver el racismo en todo esto? Parece ser que toda actitud que no sea acorde a los planteamientos de la ONU y de la izquierda es susceptible de ser racista...
En la segunda noticia se comentaban los datos extraídos de una encuesta realizada en Portugal y que afirma que el 28% de los portugueses están a favor de unirse con España, un 68 por ciento opina que los portugueses recibirían un trato de igualdad por parte de los españoles y un 97 por ciento de los encuestados consideró que Portugal se desarrollaría más si se uniese a España. Sin dejar de ser una encuesta y un pensamiento aislado e intrascendente, alguna vez me he preguntado cómo serían las cosas en estas tierras ibéricas si no hubiésemos tenido unos reyes tan inútiles y toda la península fuese un mismo país llamado Iberia, como sería lógico por cultura, clima, historia común y geografía. Se trataría de un país que en la actualidad contaría casi con la misma población que Francia, Italia o el Reino Unido, con el consiguiente peso político y económico que esto supondría a nivel europeo y mundial.
Pero claro, entre 1621 y 1665 tuvimos que padecer el reinado de Felipe IV, que entre otras cosas supuso el gobierno de Olivares, ambos unos personajes infames que en unos pocos años llevaron a una potencia mundial a la miseria, lo cual provocó malestar y enfrentamientos internos. Pero ya saben ustedes que no tengo ninguna simpatía hacia los Austrias y que considero una lástima la pérdida de líneas reales españolas en favor de las extranjeras. Ya lo avisaron los comuneros, que algo de razón llevaban. Los Austrias mayores esquilmaron España (y sobre todo Castilla) para crear un imperio que nos daba gran prestigio internacional a costa de empobrecer nuestro país. Y los Austrias menores... ¿Es necesario hablar de unos personajes tan incompetentes? Tal era su mediocridad que el propio Felipe IV concibió un hijo con toda clase de problemas físicos y mentales.
Pero lo que me parece una auténtica majadería es la apreciación que hace de la misma las Naciones Unidas, quienes han tachado su contenido de “racista y xenófobo” Para empezar, la ONU, que es una organización que integra a diversos dictadores que no respetan las libertades más básicas, no debe entrometerse en las decisiones legislativas respetuosas con los derechos humanos que adopte democráticamente y con un apoyo mayoritario un país democrático como Suiza. Y para seguir, es sorprendente que tachen a la ley de "racista y xenófoba" ya que en ningún momento recoge discriminaciones por razones de color de piel, pues, a juzgar por el contenido de la ley, no creo que tenga ningún problema en instalarse en el país Helvético un ciudadano británico de color, por ser perteneciente a la UE y por contribuir a los intereses económicos del país. Y puede que un blanco de Rumania sea rechazado. ¿Qué tiene que ver el racismo en todo esto? Parece ser que toda actitud que no sea acorde a los planteamientos de la ONU y de la izquierda es susceptible de ser racista...
En la segunda noticia se comentaban los datos extraídos de una encuesta realizada en Portugal y que afirma que el 28% de los portugueses están a favor de unirse con España, un 68 por ciento opina que los portugueses recibirían un trato de igualdad por parte de los españoles y un 97 por ciento de los encuestados consideró que Portugal se desarrollaría más si se uniese a España. Sin dejar de ser una encuesta y un pensamiento aislado e intrascendente, alguna vez me he preguntado cómo serían las cosas en estas tierras ibéricas si no hubiésemos tenido unos reyes tan inútiles y toda la península fuese un mismo país llamado Iberia, como sería lógico por cultura, clima, historia común y geografía. Se trataría de un país que en la actualidad contaría casi con la misma población que Francia, Italia o el Reino Unido, con el consiguiente peso político y económico que esto supondría a nivel europeo y mundial.
Pero claro, entre 1621 y 1665 tuvimos que padecer el reinado de Felipe IV, que entre otras cosas supuso el gobierno de Olivares, ambos unos personajes infames que en unos pocos años llevaron a una potencia mundial a la miseria, lo cual provocó malestar y enfrentamientos internos. Pero ya saben ustedes que no tengo ninguna simpatía hacia los Austrias y que considero una lástima la pérdida de líneas reales españolas en favor de las extranjeras. Ya lo avisaron los comuneros, que algo de razón llevaban. Los Austrias mayores esquilmaron España (y sobre todo Castilla) para crear un imperio que nos daba gran prestigio internacional a costa de empobrecer nuestro país. Y los Austrias menores... ¿Es necesario hablar de unos personajes tan incompetentes? Tal era su mediocridad que el propio Felipe IV concibió un hijo con toda clase de problemas físicos y mentales.
6 Comments:
Es curioso el resultado de la encuesta (que desconozco la credibilidad de la misma) Mientras en España mucho movimientos independentistas pretenden aislarse en un mundo que es globalizado, muchos portugueses nos miran con recelo...
Un saludo, Victrix.
Amigo Vitio, yo también me pregunté sobre la credibilidad de la encuesta así que me informé acerca de la misma y según pude saber la elaboró el semanario lisboeta “O Sol”. Los resultados de la misma los pueden encontrar en las ediciones digitales de 20 minutos, la Vanguardia, el País o La Razón, periódico este último del que yo extraje la noticia. A mí también me resultó muy curioso el dato ya que se trata de más de un cuarto de los portugueses. Un saludo.
Cierto que es curiosísimo que, después de tantos siglos, haya tan magno porcentaje que desee la unión con un país del que se independizaron hace ya más de tres siglos.
Una cosa que no tengo tan clara es que el desbarajuste político y económico que sufrió la España de Felipe IV se debiera en particular a la gestión de éste y el conde-duque de Olivares. Por lo que he leído(lo ignoro en realidad, porque no me he puesto a comparar las diversas fuentes) el problema ya venía de tiempo antes, de finales del reinado de Felipe II y sobre todo del reinado pacífico de Felipe III, en que la corrupción política de su valido, Lerma, agravaron la miseria en el interior de las Españas, mientras que en el exterior disfrutaban de una relativa paz. En aquel período puede decirse que España ya era una potencia dormida, indolente, acorde al carácter de su rey y que no pretendía llevar grandes campañas para defender sus territorios europeos. Si bien es cierto que Olivares y Felipe IV terminaron de hundirla, es porque tenían más entusiasmo que fuerza y sólo pusieron de manifiesto que la hegemonía de España en el exterior ya comenzaba, desde el reinado de Felipe III, a deteriorarse.
En fin, que me desvío de la cuestión. Comparto que si Portugal y España estuviesen actualmente unidas, tal vez pudiéramos estar a la altura de Francia o Reino Unido, en lo económico y lo demográfico. La gestión sería probablemente más complicada, pero estoy seguro que sería un ejemplo a seguir que dejaría en evidencia el nacionalismo rancio de País Vasco y Catalunya.
A veces en el mundo se dan grandes contradicciones, y ellos, que creen que todos son de su condición, no podrían explicarse las causas de semejante voluntad.
Muy lúcido su artículo, no obstante. Ofrece mucha materia para reflexionar y para tratar. Encantado de leerle, como siempre.
Un cordial saludo!
Muy revelador lo de Suiza, país en el que, cómo no, me gustaría vivir. Las leyes comentadas son una buena muestra del orden que rige en aquel país, orientado siempre a mantener (y, en este caso, mejorar) la elevada calidad de vida de sus ciudadanos. Hay que tener en cuenta que, al lado de Suiza y su democracia directa, nuestro sistema democrático es una broma de mal gusto en la que medidas así jamás prosperarían.
Ah, y yo siempre he sentido simpatía por Felipe IV el Grande. Sí, el Grande, porque, y esto se decía en su época, el monarca era comparado con un pozo: a más tierra quitada, más grande.
Un saludo
El mayor error de Felipe II fue no haber situado la capital en Lisboa. Lo estuvo sopesando, además. Debería haber orientado toda la política hacia el Atlántico, y no hacia la ruina de Flandes.
Me parece reconfortante que aún después de tres siglos y pico, y siendo enormemente nacionalistas, los portugueses reconozcan que en nuestros dos paises no hay más que una nación. No existen dos paises en el mundo, salvo China y Taiwan quizá, que compartan tantas cosas. De hecho, todo lo sustantivo. No sé si es por ser gallego y sentir especialmente próximo a Portugal, pero yo estaría dispuesto a hacer en favor de ellos los mismos sacrificios que por el resto de España. Vaya, que no me importaría que mis impuestos fuesen allá, si es donde se necesitan.
La frontera entre estos dos paises es ridícula. El intercambio comercial es enorme- superior del que tenemos con toda hispanoamérica- y la idiosincrasia es idéntica. Hasta para un Catalán de la Junquera o un Vasco de Irún es más próximo un Portugués que un gabacho, siendo sinceros.
En fin, me parece una lección de la que los nacionalistas deberían aprender: Los estados se crean o destruyen. La nación ( hespañola con hache para comprender a los portugueses), permanece.
Lo de Suiza me da mucho que pensar.
Por un lado me resulta muy sensata la política a seguir con un país muy limitado de extensión y población, y por tanto de servicios.
Por otro, no querría yo sacralizar cada elección democrática que se celebre, es tópico, pero Hitler llegó al poder democráticamente.
Me cabrea bastante que sólo se permita entrada a pertenecientes a la UE porque es una institución antiliberal que no permite competir a los países pobres, y es el máximo exponente del cinismo en la política internacional.
Y por último, creo recordar que Suiza no tiene tantas barreras de entrada para recibir capitales.
Joder, esto de pensar los pros y contras es supercansado.
Un británico abrazo, instruídme por favor.
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