22.10.06

MANIOBRAS AUTONÓMICAS (Y III)

Para terminar con esta serie de escritos acerca de la organización territorial de la España de las Autonomías les intentaré comentar algo sobre Castilla y León ya que se trata de la región que conozco más en profundidad y por estar de actualidad el tema de la reforma de nuestro “estatut”. Porque no se vayan a creer, la mayoría de las Comunidades no reforman los estatutos porque lo crean conveniente, sino porque otras ya han emprendido este camino y no es cosa de quedarse atrás en esa extraña carrera por ver quién es más regionalista. Un daño colateral lo sufren por ejemplo los estudiantes, y lo digo porque no puedo olvidar el enfado que me producía tener que estudiar en cada tema un apartado destinado a Castilla y León. Geografía, Economía y por poco matemáticas en nuestra comunidad. Qué ridiculeces... Lo que nunca se comentaba en estos anexos es que la región cuyo escudo conforma casi la mitad del Español está literalmente olvidada por el Gobierno central, ya sea popular o socialista. De ahí vienen en parte mis posturas abstencionistas.

Como les comentaba anteriormente, se está planteando en este momento la reforma del Estatuto de Castilla y León, aunque no sabría comentarles exactamente en qué punto se encuentra el asunto a nivel legislativo. Bastante tengo con abrir el periódico y reírme un rato de las ridiculeces que se dedican a discutir los politicuchos autonómicos azuzados por la Real Academia Española que, en este caso, ha tenido muy poca vista a la hora de pronunciarse sobre el gentilicio que defina a los ciudadanos de Castilla y León. Y es que recientemente han tenido la ocurrencia de mostrarse partidarios de utilizar el término castellanoleoneses en vez de castellanos y leoneses, lo cual ha desatado las iras de algunos políticos leonesistas que defienden que nuestra comunidad pase a llamarse León y Castilla. Como ven ustedes el apasionante debate es desde cualquier punto de vista ridículo y grotesco.

En este caso ninguno tiene razón: Parece mentira que la RAE demuestre desconocer que la conjunción “y” es copulativa, de modo que une dos cosas diferentes. Otra cosa es que la expresión castellanoleoneses sea más lógica y un tanto menos ridícula. No debemos olvidar que Castilla y León es el resultado de unir la antigua región leonesa (León, Zamora y Salamanca) a la parte de Castilla la Vieja que quedó después de que diferentes maniobras caciquiles convirtiesen a Cantabria y a La Rioja en Comunidades Autónomas uniprovinciales. No obstante yo considero que, aun siendo regiones diferentes, León y Castilla deben permanecer unidos de acuerdo a criterios lógicos en lo que se refiere a cultura, arquitectura, tradición histórica común, clima, gastronomía, gentes y cualquier otro criterio que se nos pueda ocurrir. Fernando III ya unió ambos territorios y, por citar otro ejemplo, Cristóbal Colón utilizó la bandera de Castilla y León en su primer viaje.

Todo el problema viene del mapa que se muestra arriba, cuando León era una región diferente a Castilla la Vieja. Cuando se llevó a cabo el desafortunado e inevitable proceso autonómico y se pretendió unir a León con la parte de Castilla la Vieja que quedó tras el efecto del caciquismo, los políticos leoneses adoptaron diferentes posturas al respecto. Unos veían con buenos ojos la unión con Castilla y otros pretendían o la creación de una Comunidad Autónoma uniprovincial o que la antigua región leonesa siguiese manteniendo su autonomía respecto a Castilla. Incluso se llegó a plantear una surrealista unión con Asturias. Finalmente la Diputación optó por lo más lógico y se integró en la preautonomía de Castilla y León. Años más tarde, y ya iniciada la fase autonómica propiamente dicha, la Diputación decidió cambiar de postura e iniciar los trámites para convertir a León en una Comunidad Autónoma propia. El Tribunal Constitucional se opuso, lo cual hizo que 100.000 personas se manifestaran en contra de esta decisión (las otras 400.000 no dijeron nada). Ese es el origen del problema.

Algo semejante sucedió con la provincia de Segovia; mientras que unos municipios se mostraron partidarios de pertenecer a Castilla y León, hubo otros que pretendían constituirse como Comunidad Autónoma uniprovincial y depender de Madrid, lo cual hubiese sido completamente surrealista dada la población de Segovia. Así que las Cortes, haciendo uso de una de las facultades que le otorga la Constitución, decidió introducir a Segovia en Castilla y León. Otro de los temas planteados en algún foro político autonómico es el de la fragmentación de la “nación castellana” (¿qué?) en diferentes comunidades autónomas, pero a mí me parece un debate estéril ya que es inconcebible imaginar una región de semejantes dimensiones. A mí personalmente me parece bastante lógico que Castilla La Mancha sea una Comunidad propia, pues tiene característica y zonas de influencia diferentes a las de Castilla y León. Y Madrid es la capital. Otra cosa sería plantease lo de Cantabria y La Rioja.

6 Comments:

At 22/10/06 9:50 p. m., Blogger El Espantapájaros said...

Veo que de lo general ha pasado a lo concreto, y esta parte ha interesado especialmente a modo de continuación del escrito de hace un mes sobre su comunidad.

Cuestiones como la de castellanoleoneses o castellanos y leoneses, o León y Castilla en vez de Castilla y León, demuestran mejor que nada que usted está en lo cierto al afirmar que, en este país, por encima de todo, como regla general en política y en otros tantos temas, impera una risible falta de seriedad, un cachondeo de levedad que todo lo está echando a perder.

También atinada su observación de que los estatutos no se reforman por necesidad, sino por infantil mimetismo.

Un saludo

 
At 23/10/06 4:29 p. m., Blogger Samuel J. said...

Ciertamente, no hay debate serio en este país, pues se separan las palabras de los significados. Quizás porque a los políticos les importan más las apariencias que su fondo, o más bien, les importa tanto el fondo que pretenden modificarlo con pequeñas sutilezas lingüísticas.

Me parece realmente asombroso el desmadre regionalista que estamos viviendo. Primero Catalunya, luego Andalucía, y los del PP en las Baleares siguiéndoles el juego. Particularmente la reforma del estatuto valenciano no ha sido tan mala, a juzgar por los que estamos viendo en los demás.

Analizándolo desde una perspectiva histórica, vivimos un período que parece sucederse a lo largo de los siglos. El regionalismo hispano es cosa patológica, y no sólo en los españoles, sino en los antiguos reinos de taifas que por un tiempo debilitaron Al-ándalus e hicieron girar la balanza en favor de los cristianos. La división suele ser un signo óbvio de debilidad, y cuando un Estado alienta los regionalismos, es que ciertamente procura autodestruirse por quién sabe qué perversos intereses.

Muchas gracias por su artículo, que es especialmente esclarecedor e invita a la reflexión.

Saludos.

 
At 24/10/06 5:36 p. m., Blogger QRM said...

El esperpento de la palabreja es una buena muestra del grado de estupidez a que España ha llegado. Siempre creí que aquí no cabía un idiota más, y este tipo de polémicas demuestran que me equivocaba.
Amigo Victrix, la razón que justifica la existencia de tu CCAA que citas es mucho menos potente que la que justificaría la supresión de ese engendro ruinoso y tiránico que son las CCAA. El centralismo jacobino francés funciona mil veces mejor que este policentrismo trufado de corrupción, clientelismo e inepcia. Repito que es el modelo a copiar. Alemania o USA tienen otra historia, y no tienen vascos ni catalanes. Francia tiene catalanes y vascos y no dan la brasa como aquí.
Más que una crisis nacional, el ejemplo francés demuestra que la de aquí es un crisis estatal; de la organización administrativa, que es un desastre. Es la losa que nos lleva derechitos a los fondos abisales de la ruina, la vergüenza y lo que es peor, de la tiranía: ¿Quien es el peor enemigo de la libertad de los españoles? Las CCAA. Piensen en esto, se lo ruego

 
At 24/10/06 9:21 p. m., Blogger vitio said...

Las luchas provinciales siempre está a la orden del día en la España de hoy.¿Debería haber sido Guadalajara parte de Castilla y León en vez de Castilla La Mancha?¿O qué hacemos con Segovia? Este dilema ya lo has planteado en su artículo, que desde luego está muy bien redactado, y sigue siendo un tema de discusión.
Un saludo, vitio

 
At 25/10/06 10:13 p. m., Blogger El Espantapájaros said...

Victrix, hoy, en algún lugar de la Universidad Complutense, al menos una decena de carteles publicitarios mal pegados anunciando una manifestación (en Madrid) por la autonomía leonesa (que engloba las provincias que usted citó). La fotografía ilustrativa, tan delirante como es de esperar en casos así. A este paso, todos locos.

Un saludo

 
At 28/10/06 12:49 p. m., Blogger VICTRIX said...

Les comento que ya me informé sobre el estado actual de la reforma del Estatuto de Castilla y León; Según he podido saber se encuentra en fase de tramitación parlamentaria y al parecer ayer se votó en el Ayuntamiento de León una moción por la que se “exige a las Cortes de Fuensaldaña que el texto del nuevo Estatuto de autonomía recoja en su articulado la regulación del procedimiento que permita la separación del Reino de León de la actual comunidad autónoma para pasar a constituir una exclusivamente leonesa”. Esto fue posible gracias al voto de los leonesistas y a la abstención tanto de PP como de PSOE. Más información aquí.

 

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