EL EXPANSIONISMO NACIONALISTA
Ya lo adelantaba Charles de Gaulle hace tiempo: “El patriotismo es cuando el amor por tu pueblo es lo primero; el nacionalismo acontece cuando el odio por los demás pueblos es lo primero”. Quizá la frase sea un poco simple para explicar las diferencias entre ambos sentimientos, pero lo que está claro es que no iba muy desencaminada. Mientras que el patriotismo no pasa de ser un sentimiento de unión con tu propio país, el nacionalismo suele desembocar en posturas intervensionistas en las que la persona se ve supeditada al Estado quedando de este modo limitado el individualismo y la libertad. De hecho vemos que la historia nos ha dejado ejemplos de cómo los diferentes Estados han aumentado considerablemente las obras públicas cuando se incrementaba el sentimiento nacionalista.
Otra de las características que comparten todos los nacionalismos es su naturaleza expansionista que les lleva inevitablemente a interpretar la historia como más les conviene para encontrar una justificación que les permita alterar a su favor los límites geográficos entre Estados o regiones. Apoyándose en su teoría del espacio vital, Hitler llevó a cabo el Anschluss que supuso la inclusión de Austria en la Alemania nazi en 1938. Igual suerte corrieron los Sudetes y Checoslovaquia, y más tarde la invasión de Polonia fue el detonante de la Segunda Guerra Mundial. Salvando las distancias, me he encontrado con unos mapas en los cuales los límites de Galicia, Cataluña y el País Vasco se encuentran alterados en favor del territorio de estas regiones.
Como se puede ver en los mapas, Galicia comprendería tanto la Comunidad autónoma gallega como zonas de Asturias, León y Zamora. El País Vasco estaría compuesto por el territorio autonómico, Navarra y las zonas del País Vasco francés. Por su parte Cataluña comprendería toda la zona levantina. Lo más lamentable de todo es que estos nuevos límites carecen por completo de justificación histórica hasta tal punto que ninguna de estas tres Comunidades Autónomas ni son regiones históricas, ni han sido nunca países independientes ni existieron como nación hasta el surgimiento de un nacionalismo que desarrolló el regionalismo existente en esos lugares. Como se puede ver en el primer mapa, Galicia y el País Vasco nunca existieron ni tan siquiera como reinos. Galicia perteneció primero al reino de León y luego, al igual que las provincias vascongadas, pasaron a integrarse en la Corona de Castilla. Igualmente Cataluña siempre perteneció a la Corona de Aragón.
Entretanto el gobierno nacionalista y socialista de Cataluña (no uniré los términos por tener un poco de buena fe) ha puesto de manifiesto lo que comentaba anteriormente: El nacionalismo, y más aun si lo juntas con doctrinas socialistas, acaba derivando en un régimen intervensionista que se cuestiona algunos de los principios más básicos del liberalismo como son la propiedad privada y el individualismo. Leía el otro día en Libertad Digital lo siguiente:
Otra de las características que comparten todos los nacionalismos es su naturaleza expansionista que les lleva inevitablemente a interpretar la historia como más les conviene para encontrar una justificación que les permita alterar a su favor los límites geográficos entre Estados o regiones. Apoyándose en su teoría del espacio vital, Hitler llevó a cabo el Anschluss que supuso la inclusión de Austria en la Alemania nazi en 1938. Igual suerte corrieron los Sudetes y Checoslovaquia, y más tarde la invasión de Polonia fue el detonante de la Segunda Guerra Mundial. Salvando las distancias, me he encontrado con unos mapas en los cuales los límites de Galicia, Cataluña y el País Vasco se encuentran alterados en favor del territorio de estas regiones.
Como se puede ver en los mapas, Galicia comprendería tanto la Comunidad autónoma gallega como zonas de Asturias, León y Zamora. El País Vasco estaría compuesto por el territorio autonómico, Navarra y las zonas del País Vasco francés. Por su parte Cataluña comprendería toda la zona levantina. Lo más lamentable de todo es que estos nuevos límites carecen por completo de justificación histórica hasta tal punto que ninguna de estas tres Comunidades Autónomas ni son regiones históricas, ni han sido nunca países independientes ni existieron como nación hasta el surgimiento de un nacionalismo que desarrolló el regionalismo existente en esos lugares. Como se puede ver en el primer mapa, Galicia y el País Vasco nunca existieron ni tan siquiera como reinos. Galicia perteneció primero al reino de León y luego, al igual que las provincias vascongadas, pasaron a integrarse en la Corona de Castilla. Igualmente Cataluña siempre perteneció a la Corona de Aragón.
Entretanto el gobierno nacionalista y socialista de Cataluña (no uniré los términos por tener un poco de buena fe) ha puesto de manifiesto lo que comentaba anteriormente: El nacionalismo, y más aun si lo juntas con doctrinas socialistas, acaba derivando en un régimen intervensionista que se cuestiona algunos de los principios más básicos del liberalismo como son la propiedad privada y el individualismo. Leía el otro día en Libertad Digital lo siguiente:
“La Generalidad ha aprobado un proyecto de ley que permite expropiar la vivienda a los propietarios que la mantengan desocupada durante al menos dos años y hayan rechazado alquilarlo o recibir ayudas para rehabilitarlo”Desde luego la medida parece no respetar del todo uno de los derechos más elementales de los Estados democráticos y liberales como es la propiedad privada. En el momento que una persona tiene la propiedad de un determinado bien debería ser libre de hacer con el mismo lo que crea conveniente sin que el Estado se entrometiese en cómo las personas hacen uso de los bienes que legalmente les pertenecen. Pero no podemos esperar menos si tenemos en cuenta que nuestra Constitución “Reconoce el derecho a la propiedad privada y a la herencia” aunque “la función social de estos derechos delimitará su contenido, de acuerdo con las leyes” Por si no fuera suficiente el artículo 33.3 establece que “Nadie podrá ser privado de sus bienes y derechos sino por causa justificada de utilidad pública o interés social, mediante la correspondiente indemnización y de conformidad con lo dispuesto por las leyes.” ¿Qué significa eso de “utilidad pública o interés social”? ¿Será España alguna vez un Estado realmente liberal?