17.12.06

EL EXPANSIONISMO NACIONALISTA

Ya lo adelantaba Charles de Gaulle hace tiempo: “El patriotismo es cuando el amor por tu pueblo es lo primero; el nacionalismo acontece cuando el odio por los demás pueblos es lo primero”. Quizá la frase sea un poco simple para explicar las diferencias entre ambos sentimientos, pero lo que está claro es que no iba muy desencaminada. Mientras que el patriotismo no pasa de ser un sentimiento de unión con tu propio país, el nacionalismo suele desembocar en posturas intervensionistas en las que la persona se ve supeditada al Estado quedando de este modo limitado el individualismo y la libertad. De hecho vemos que la historia nos ha dejado ejemplos de cómo los diferentes Estados han aumentado considerablemente las obras públicas cuando se incrementaba el sentimiento nacionalista.

Otra de las características que comparten todos los nacionalismos es su naturaleza expansionista que les lleva inevitablemente a interpretar la historia como más les conviene para encontrar una justificación que les permita alterar a su favor los límites geográficos entre Estados o regiones. Apoyándose en su teoría del espacio vital, Hitler llevó a cabo el Anschluss que supuso la inclusión de Austria en la Alemania nazi en 1938. Igual suerte corrieron los Sudetes y Checoslovaquia, y más tarde la invasión de Polonia fue el detonante de la Segunda Guerra Mundial. Salvando las distancias, me he encontrado con unos mapas en los cuales los límites de Galicia, Cataluña y el País Vasco se encuentran alterados en favor del territorio de estas regiones.



Como se puede ver en los mapas, Galicia comprendería tanto la Comunidad autónoma gallega como zonas de Asturias, León y Zamora. El País Vasco estaría compuesto por el territorio autonómico, Navarra y las zonas del País Vasco francés. Por su parte Cataluña comprendería toda la zona levantina. Lo más lamentable de todo es que estos nuevos límites carecen por completo de justificación histórica hasta tal punto que ninguna de estas tres Comunidades Autónomas ni son regiones históricas, ni han sido nunca países independientes ni existieron como nación hasta el surgimiento de un nacionalismo que desarrolló el regionalismo existente en esos lugares. Como se puede ver en el primer mapa, Galicia y el País Vasco nunca existieron ni tan siquiera como reinos. Galicia perteneció primero al reino de León y luego, al igual que las provincias vascongadas, pasaron a integrarse en la Corona de Castilla. Igualmente Cataluña siempre perteneció a la Corona de Aragón.


Entretanto el gobierno nacionalista y socialista de Cataluña (no uniré los términos por tener un poco de buena fe) ha puesto de manifiesto lo que comentaba anteriormente: El nacionalismo, y más aun si lo juntas con doctrinas socialistas, acaba derivando en un régimen intervensionista que se cuestiona algunos de los principios más básicos del liberalismo como son la propiedad privada y el individualismo. Leía el otro día en Libertad Digital lo siguiente:
“La Generalidad ha aprobado un proyecto de ley que permite expropiar la vivienda a los propietarios que la mantengan desocupada durante al menos dos años y hayan rechazado alquilarlo o recibir ayudas para rehabilitarlo”
Desde luego la medida parece no respetar del todo uno de los derechos más elementales de los Estados democráticos y liberales como es la propiedad privada. En el momento que una persona tiene la propiedad de un determinado bien debería ser libre de hacer con el mismo lo que crea conveniente sin que el Estado se entrometiese en cómo las personas hacen uso de los bienes que legalmente les pertenecen. Pero no podemos esperar menos si tenemos en cuenta que nuestra Constitución “Reconoce el derecho a la propiedad privada y a la herencia” aunque “la función social de estos derechos delimitará su contenido, de acuerdo con las leyes” Por si no fuera suficiente el artículo 33.3 establece que “Nadie podrá ser privado de sus bienes y derechos sino por causa justificada de utilidad pública o interés social, mediante la correspondiente indemnización y de conformidad con lo dispuesto por las leyes.” ¿Qué significa eso de “utilidad pública o interés social”? ¿Será España alguna vez un Estado realmente liberal?

10.12.06

EL GOBIERNO DE RODRÍGUEZ ZP

Hoy estaba leyendo diferentes periódicos por la mañana y me encontré con una información preocupante proporcionada por Libertad Digital, en la que se podía leer que “Miguel Buen ha declarado que acepta que si el 75% de los vascos quiere la independencia, el País Vasco conseguirá la independencia” Fue entonces cuando me percaté de que hace ya bastante tiempo que no escribo sobre el Gobierno de Zapatero, el que es a mi modo de ver el peor que ha tenido España en su reciente historia democrática. El principal problema no radica únicamente en la escasa formación de quienes lo componen, sino en la ausencia de un proyecto y en que sus ideas parecen no tener criterio propio, sino que más bien se nos presentan como las opuestas a las que mantiene el Partido Popular. Y no es de extrañar si tenemos en cuenta que uno de los personajes más odiados por la izquierda española es Aznar, quien ha sido unos de los mejores presidentes que ha tenido España, a pesar de haber cometido algunos errores. Pero veamos la actuación del gobierno desde diferentes puntos de vista.

A nivel nacional la actuación del Gobierno de Rodríguez ZP se ha caracterizado por ceder ante los nacionalismos excluyentes a pesar de que, como ya comentamos en su día, resulta en cierta manera complicado de entender que un gobierno socialista se sienta identificado con movimientos políticos que buscan crear diferencias entre los españoles. Tanto en Galicia como en Cataluña se han creado gobiernos de coalición con los nacionalistas que nos han dejado sobradas muestras de incompetencia y de sectarismo. Pero es todavía más alarmante el caso del País Vasco a juzgar por el color que están tomando las negociaciones con la banda terrorista ETA. Mi postura al respecto es clara: los terroristas se van a mantener firmes en sus pretensiones, esto es, en la amnistía de presos, en la independencia del País Vasco y en la anexión de Navarra. Como el Gobierno no le puede conceder tales aspiraciones, ya que se estaría quebrantando la Constitución, lo que está haciendo es alargar lo máximo posible la tregua a cambio de darle a ETA todo lo que pueda dentro de las posibilidades que le permiten las leyes. Pero llegará un momento en que no le podrá dar todo lo que pide y en ese momento volveremos a la situación anterior a la tregua, pero habiendo cedido ante los terroristas.


En materia internacional el Gobierno socialista ha decidido seguir su propio camino, que viene a ser el que le marca el talante y la alianza de civilizaciones, es decir, el de permanecer entre los gobiernos occidentales y las posturas defendidas por líderes populistas, teocráticos y demagogos dependiendo del caso. Ahora ZP tiene nuevos amigos: Evo Morales, que mezcla las estructuras del estado moderno con la cultura indígena y con un socialismo intervensionista; Chávez, un populista a medio camino entre el socialismo, el movimiento bolivariano y el militarismo, todo ello adornado por un discurso contrario al “imperialismo” estadounidense. El presidente turco ha demostrado recientemente su talante en la visita que el Papa ha realizado a su país. Y por último observamos cómo guarda silencio ante la violación de los derechos humanos en Cuba o ante las aspiraciones nucleares de un personaje que niega sistemáticamente el holocausto. A la par que Zapatero se aleja de quienes defienden los valores occidentales, liberales y democráticos el prestigio de nuestro país desciende en el extranjero hasta tal punto que incluso en Senegal se encuentran en posición de reírse de la política inmigratoria del Gobierno.

En materia económica su principal virtud ha sido no variar en exceso las políticas seguidas por el gobierno anterior, y aprovecharse del impulso que Aznar dio a la economía española a base de privatizar empresas estatales ineficientes y de liberalizar el mercado dentro de lo posible. Así todo se ha dejado notar la mano socialista en los Presupuesto Generales del Estado, que han aumentado considerablemente el gasto en inversión en Cataluña en comparación con el resto de Comunidades Autónomas. En definitiva se podría decir que nunca un Gobierno ha demostrado tanta incompetencia en tan poco tiempo ya que debemos tener en cuenta que ni tan siquiera lleva tres años en el poder. A pesar de rechazar la partitocracia que padece el sistema político español, de oponerme a afiliarme a algún partido político y de criticar abiertamente a ambos partidos mayoritarios a nivel local y autonómico, el orden de prioridades me dice que en las elecciones generales hay que votar al Partido Popular. No porque comparta sus teorías o sus ideas, sino porque me parecen mucho menos rechazables y grotescas que las de ZP. Y, puestos a elegir, me quedo con lo menos malo, porque me da pánico imaginar un gobierno nacional en que socialistas y nacionalistas gobiernen en coalición.

3.12.06

REFLEXIONES PERSONALES SOBRE POLÍTICA

Cuando se trata el tema del intervensionismo estatal normalmente tenemos tendencia a interpretarlo como el conjunto de materias en las que el Estado central decide intervenir, pasando a menudo por alto que en España también nos vemos sometidos a un intervensionismo autonómico que, en muchos aspectos, no sólo iguala sino que supera con creces al del Estado central. Para comprobar esto que comento les invito a ustedes, si es que no lo han hecho ya, a observar la cantidad de empresas, actividades, servicios y prestaciones que están de alguna forma patrocinadas o intervenidas por el gobierno autonómico de su Comunidad Autónoma. Pongamos como ejemplo las palabras del portavoz socialista de Castilla y León tras la aprobación por las Cortes Autonómicas de la reforma estatutaria: "Es una puerta abierta al futuro: con más derechos para los ciudadanos, más autogobierno y más protección para los ciudadanos" Obviando la cursilería de la puerta abierta al futuro, lo que me deja claro este señor es que me van a controlar todavía más con la excusa de que voy a tener más derechos y más protección. En resumen: “El listado de competencias, entre exclusivas, de desarrollo normativo y de ejecución, llega a 140 y de ellas 19 son nuevas respecto del Estatuto vigente.”

Estarán pensando ustedes que no hay nada extraño en sus palabras si tenemos en cuenta que el socialismo siempre se ha caracterizado por adoptar posiciones intervensionistas para garantizar derechos y protección a coste de mermar la libertad y el individualismo de las ciudadanos. Y es que esa es otra cosa a tener en cuenta: hemos pasado de ser personar a ser ciudadanos. Pero, como les decía, lo “extraño” es que esta reforma estatutaria de corte intervensionista también ha sido apoyada por los populares, que gobiernan en la Comunidad con una amplia mayoría. De hecho sólo se opusieron a la misma los leonesistas, y no precisamente porque defiendan el liberalismo y el individualismo, sino por su oposición a permanecer unidos con Castilla. Por lo tanto todo ello viene a confirmar mi teoría según la cual en bastantes Comunidades Autónomas apenas existen claras diferencias entre socialistas y populares ya que los representantes de ambos partidos mayoritarios no se sienten para nada a disgusto en un sistema intervensionista que les permite colocar a buena parte de sus militantes en asociaciones, cajas de ahorros, empresas con participación autonómica etc

Si los liberales tienen difícil ver satisfechas sus reivindicaciones a nivel nacional, en el ámbito autonómico no tienen absolutamente nada que hacer salvo raras excepciones como sucede con Esperanza Aguirre. Cuando hace unos cuantos años se comentaban todas estas cosas en casa (como ven todo se hereda) yo comprendía los planteamientos de mis padres, pero al mismo tiempo consideraba que el tema les generaba más indignación de la necesaria y que deberían obviarlo dentro de lo posible. Pero ahora que mis antiguos compañeros de pupitre se empiezan a introducir en las secciones juveniles de los partidos políticos comprendo la indignación que mostraban e incluso dirían que no sólo no era excesiva sino que había más bien resignación en sus palabras que otra cosa. Y, como les comentaba, es ahora cuando les entiendo, cuando gente que creció conmigo y que me demostró sobradamente su estupidez se posiciona hábilmente en asociaciones, partidos, consejos juveniles, fundaciones y demás “entes” financiado con impuestos públicos que tienen como único objetivo introducirles en el mundo político.

Y no lo duden, dentro de unos años habrán escalado posiciones a costa de pisotearse entre ellos y, aun con magulladuras, se habrán colocado todos en buenos puestos con amplios sueldos que en parte les estaré pagando yo. El entramado burocrático es inmenso y no parará de crecer hasta que gran parte de todos esos inútiles y aprovechados se aseguren un despacho y un coche oficial. Los más avispados serán consejeros, concejales, alcaldes, presidentes de diputaciones, procuradores o incluso ocuparán puestos de cierta relevancia en el consejo de administración de diferentes cajas de ahorros. Los menos serán colocados a dedo en puestos de menor rango. Yo quedaré relegado a la condición de ciudadano (ya ni siquiera de persona) Y es por eso, por ese rechazo al sistema de dictadura de partidos que padecemos, por lo que mis orientaciones políticas podrían ser calificadas de individualistas, liberales, contrarias a las listas cerradas, al intervensionismo, al partidismo rancio e hipócrita y favorables a la empresa privada, a los gobiernos limitados y a una democracia de verdad. Ruego disculpen mi pesimismo y la falta de fe que tengo en mis “representantes”.